lunes, 3 de agosto de 2015

Módulo 4 Leer para conocer y comprender mi mundo

"Síndrome de la guerra"  autora: Yolanda Alarcón Vilchis.

LEER PARA CONOCER Y COMPRENDER MI MUNDO
Un ensayo
José Emilio Pacheco
En el contexto de mi comunidad
Yolanda Alarcón Vilchis.
GRUPO:   M4C4G3-173

 FECHA: 31 - Julio - 2015
 FACILITADOR:
 Bernabé robledo ramos.

Introducción:
Adentrarse en la obra  “Las batallas del desierto” de José Emilio Pacheco, es viajar por un mundo en el que los personajes nos invitan a vivir sus experiencias y nos muestran un tiempo que llenó sus vidas  y que magistralmente nos hacen regresar al pasado a través de sus recuerdos; o más bien el mismo autor nos cuenta su infancia a través de ellos.
Nos relata con hiperrealismo exquisito, el tiempo de la post-guerra y su influencia en la clase media de la capital del país,  en un tiempo de nostalgia y de crisis que con sus aspiraciones y carencias marcó la infancia de los niños de aquél México que ya se fue y sin embargo, sigue vigente.
Objetivo:
 En lo personal creo que además que una novela es una invitación a reflexionar en temas muy importantes y que no importando el momento o el lugar, siempre seguirán vigentes, porque son parte de la vida cotidiana de una comunidad urbana, nos adentra en las pasiones humanas que a veces por prejuicios, tradiciones o creencias siguen siendo motivo de injusticias y formas de deformar la vida de los niños y los jóvenes, porque “todo ser humano tiene derecho a creer lo que mejor le acomode de acuerdo a sus creencias personales”, pero cuando se trata educar, y eso atañe tanto a padres como a maestros, así como a la sociedad en general; es importante pensar ¿Cuál será? a largo plazo el resultado de nuestra participación dentro del proceso. Es por eso que decidí hablar de la violencia, que además en sus diferentes manifestaciones toca casi todas las situaciones a las que se refiere la obra.     
Y para entrar en materia, basta con retomar las palabras de Bernardo Mondragón,  el profesor de la escuela cuando les dice que “Los árabe y los judíos, son tan mexicanos como ellos, que “No hereden odios”, que el mundo que ellos habitarán cuando crezcan, debe  ser un sitio de paz. Un lugar sin crímenes ni infamias, sin basura y con justicia.
DESARROLLO

“Dime a que juegas y te diré quién serás”, es el  tema de una obra gráfica que hace algún tiempo realicé  precisamente para mostrar lo terrible que es  la violencia, y que ahora al leer “Las batallas del desierto, me vuelve a dar vuelta en la cabeza y me parece que es importante adentrarme un poco más en el análisis de su origen, manifestaciones y consecuencias, ya que en estos momentos es un tema que nos aqueja de una manera brutal, “no podemos cerrar los ojos a la realidad y fingir que no existe”, tan existe que en México está teniendo una repercusión como tal vez nunca se había visto, no por nada estamos llegando a ser considerados uno de los países más violentos del planeta.
Y solo basta con mirar las noticias de todos los días para darnos cuenta de que hemos llegado a puntos críticos respecto a dicho mal, de “La paloma de la paz” como se identificaba a nuestro país, ha quedado muy poco, al grado de que ya ni el artista se atreve a tomarlo como modelo para representar la “NO violencia”, es por eso que  es importante mirar objetivamente cuál es el origen y  a dónde nos puede llevar todo lo que estamos generando al permitirla.
Históricamente la violencia fue asociada desde tiempos muy remotos a la idea de la fuerza física y el poder. Los romanos llamaban vis, vires a esa fuerza, al vigor que permite que la voluntad de uno se imponga sobre la de otro, el elemento esencial en la violencia es el daño, tanto físico como psicológico. Este puede manifestarse de múltiples maneras y asociarse de igual manera a variadas formas de destrucción: (lesiones físicas, humillaciones, amenazas, rechazo, desconfianza, miedo), etc.
También dentro de las relaciones interpersonales, en las relaciones grupales, bajo formas como la polarización, el resentimiento, el odio, etc. Ahora con nuevas variantes como el ciber-bulying  que se genera en las  redes sociales y es muy peligroso porque puede provocar que una persona sea estigmatizada por una comunidad; puede manifestarse como una amenaza sostenida y duradera, causante de daños psicológicos de quienes la padecen y con repercusiones negativas en la sociedad, en un conflicto social y puede ser abierta, estructural o individual.
 Algunas formas de violencia son sancionadas por la ley o por la sociedad, otras son actos crímenes y de  acuerdo a los tipos de sociedades se aplican diversos estándares en cuanto a las formas que  son aceptadas, pero en general, se considera violenta a la persona irrazonable, que se niega a dialogar y se obstina en actuar pese a quien pese, y caiga quien caiga. Suele ser de carácter dominantemente egoísta, sin ningún ejercicio de la empatía. Todo lo que viola lo razonable es susceptible de ser catalogado como violento si se impone por la fuerza, provocar daño en los demás, es una anormalidad que en  situaciones graves e insoportables compromete la vida del individuo, la falta de responsabilidad por parte de los padres, la presión del grupo al que pertenece el individuo (lo cual es muy común en las escuelas) y el resultado de no poder distinguir entre lo correcto y lo que no lo es.
No fue hasta 1980, cuando se reconoció que la violencia y el maltrato en el ámbito familiar eran un problema social. La existencia de este tipo de violencia indica un retraso cultural en cuanto a la presencia de los valores como la consideración, tolerancia, empatía y el respeto por las demás personas entre otras, independientemente de su sexo. El maltrato doméstico incluye a las agresiones físicas, psicológicas o sexuales llevadas a cabo en el hogar por parte de un familiar que hacen vulnerable la libertad de otra persona y que causan daño físico o psicológico; pero La más injusta es la que se genera contra los niños,  mujeres,  personas con capacidades diferentes y los ancianos que por ser más vulnerables son los que más frecuentemente reciben maltrato de la familia. No siempre se ejerce por el más fuerte física o económicamente dentro de la familia, siendo en ocasiones razones psicológicas (véase síndrome de Estocolmo) las que impiden a la víctima defenderse.

Decía José Emilio Pacheco, “El mundo atraviesa por un momento angustioso”,  el  espectro de la guerra al final se proyecta en el horizonte con el símbolo del  hongo atómico  y a pesar de ser otro siglo, seguimos pensando que es un peligro latente,  que la corrupción, parece haberse instalado para quedarse y que no importa quién sea  el presidente, se siguen tomando la foto con él las viejecitas y se siguen haciendo caricaturas inspiradas en él; que los mexicanos seguimos teniendo clases sociales (cada vez más polarizadas ), y como decía  Jim “ mi papá dice que primero los hacen pobres para después darles limosna” y cualquier parecido con la realidad (sólo es OPORTUNIDADES),  porque esa es la forma en que el capitalismos “crea oportunidades de negocios”, tristemente se repite no importando si son los 50´s o en el 2015.
De igual forma en las familias se siguen repitiendo los esquemas, aunque con menos hermanos, pero sigue habiendo “Juniors”  que corretean a las chicas de servicio (por coquetas y ladinas),  mucha gente “odia a los chilangos”, aunque vivan aquí  hace más de medio siglo y se sigue haciendo oración  para desterrar al comunismo; también los “pelados” siguen vendiendo chicles, aunque tengan  las  mejores calificación de la clase.

Conclusión

Me acuerdo que cuando  a mis hijos les regalaban “pistolas y fusiles”, yo, muy amablemente agradecía el gesto, pero mencionaba que a la siguiente ves, les compraran un juego de mesa o algo por el estilo;
“Digo, si alguien va a gastar su dinero, no me gusta tirarlo”, yo sé lo que cuesta ganarlo;  pero esto me atrajo tantos problemas con la familia, que terminé pasando por “excéntrica, extravagante, malagradecida,  ignorante y loca”. Así es que, entonces, empecé a pintar  y ese fue uno de los temas con los que realicé varias obras, entre ellas ésta que se llama “Síndrome de la Guerra”. 
No podemos seguir  engañándonos a nosotros mismos pensando que “No pasa nada” si no nos preocupamos por entender que “la educación es importante y fundamental” para buscar formas de comunicarnos de maneras civilizadas para poder resolver nuestros problemas y entender que la violencia  (divide), que nos aleja y nos vuelve enemigos; Que es necesario  que en este momento es importante que nos  ayudemos (sumarnos). Pero  tal parece que nos empeñamos en seguir siendo “niños” que por cualquier cosa nos agredimos; por esa razón incluí el texto  “Dime a que juega y te diré… ¿Quién serás?

Pero para cerrar mi conclusión, quiero mencionar que:
Hablar del Ciber-bulying, la miseria, el maltrato infantil, la violencia psicológica, la diferencia de clases, la inequidad de género, la falta de una vida digna, y la falta educación, etc. Es tan sólo llegar a los síntomas de la misma  enfermedad “el síndrome de la violencia” y  al tratarlos de forma individual, es sólo encontrar uno de los rostros que puede tener para ocultarse.  “ Es poner curitas” a las heridas de emergencia,  y  perder un tiempo valioso antes de que se colapse un sistema que ha demostrado estar rebasado y caduco.